viernes, 5 de febrero de 2016

Toledo en 1905 fotografiado por Serafín Mainou

Nunca me cansaré de repetir que la búsqueda de tesoros fotográficos del pasado toledano está muy lejos de ver cercano su final. El inmenso calado cultural, histórico y paisajístico de nuestra ciudad ha hecho históricamente que por aquí hayan pasado miles y miles de personas que, cámara en ristre, han querido inmortalizar la experiencia vital que supone conocer Toledo.
Hoy tengo la suerte y el honor de presentaros una colección de fotografías que, si bien no es muy extensa, pues se trata de 9 imágenes, poseen todas ellas una belleza exquisita. Sumado a ello se añade la suerte de su excelente conservación y la buena calidad de escaneo de las placas originales.
Se trata de la colección del catalán Serafín Mainou, que hoy podemos ver gracias a la generosidad de su nieto Juan Modolell a quien agradezco infinitamente la cesión de estas fotografías que tanto os van a hacer disfrutar.
Serafín Mainou Sanmiguel nació en Barcelona el 22 de Febrero de 1882 y falleció en la misma ciudad el 19 de Febrero de 1941.
Retrato de Serafín Mainou Sanmiguel hacia 1910
Fue médico otorrinolaringólogo en su ciudad natal, pero sus grandes aficiones fueron la música y la fotografía. En la primera seguía la trayectoria de su padre, pianista profesional al que no conoció por ser hijo póstumo. Serafín era una gran musicólogo, excelente pianista aficionado y poseedor de una gran colección de partituras de compositores modernos (segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX) que hoy en día se conserva en el conservatorio de la ciudad de Friburgo (Alemania). Gran amigo del reconocido compositor catalán Cristóbal Taltabull y Balaguer, eran legendarias sus sesiones privadas de interpretación al piano a cuatro manos en primera lectura de obras nuevas. Casó con una prima hermana de Cristóbal (Pilar Xiró Taltabull). Sus primeras fotografías de que tenemos noticia, las realizó a principios del siglo XX, utilizando placas de cristal de 9 X 12 cm, generalmente de la casa Lumière & fils, al gelatino-bromuro de plata extra-sensibles. Más tarde, hacia 1910 se inició en la fotografía estereoscópica, usando tanto negativos como positivos de cristal de 4,5 x 10,5 cm primeramente, y más tarde de 6 x 13 cm. Su actividad en la fotografía se prolongó hasta poco antes del inicio de la Guerra Civil española. A principios del siglo XX viajó por España, conservándose fotos de Zaragoza, Burgos, Madrid y Toledo. Posteriormente, entre 1920 y 1935, en los formatos estereóscopicos, hizo fotos en Francia, Suiza y Bélgica. Su actividad fotográfica se centró en el paisaje, tanto natural como urbano, y en edificios religiosos, especialmente románicos y góticos. Son notables sus fotografías de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. En 1927 viajó a la Argentina, pero tuvo la amarga experiencia de que todo el material fotográfico empleado resultó defectuoso e inservible. Serafín Mainou fue además una persona activa en la intelectualidad barcelonesa, siendo uno de los fundadores de la Asociación Wagneriana de Barcelona y miembro del Ateneo Barcelonés, donde ocupó cargos de vocal y bibliotecario la junta directiva de esta entidad. Su legado de aproximadamente un millar de fotos forma parte, como anteriormente indicaba, de la colección fotográfica de su nieto Juan Modolell Mainou.
Retrato de Serafín Mainou Sanmiguel hacia 1935
Las nueve fotografías que hoy podemos ver fueron tomadas en una visita a Toledo realizada casi con total seguridad en el invierno del año 1905, a tenor de algunos detalles que he podido observar y que he comparado con otros fondos de datación conocida. Ha sido importante para la datación, por ejemplo, observar los árboles de la Plaza del Ayuntamiento. Este arbolado fue sustituido en el año 1904 (como se ve en esta fotografía de Augusto Arcimís) y en el reportaje de Mainou podemos ver los pequeños árboles con un crecimiento anual más (ramillas alargadas con respecto a las de 1904) por lo que con casi total seguridad estamos ante imágenes de 1905. Veamos, ya que la he mencionado, en primer lugar dicha foto de la Plaza del Ayuntamiento:
Catedral de Toledo y Plaza del Ayuntamiento hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell

De entre todas las imágenes que D. Serafín tomó en Toledo, mi preferida es sin duda esta vista general, sencillamente genial:
Vista general de Toledo hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell

Merece la pena hacer una pequeña ampliación de una de sus partes:
Vista general de Toledo hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell

El Puente de Alcántara debió llamar poderosamente la atención de Mainou, pues son varias las fotografías que de él obtuvo. Todas ellas, también sensacionales:
Puente de Alcántara y Castillo de San Servando hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell
Puente de Alcántara hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell
Puente de Alcántara hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell

Es interesante ampliar ambas para fijarnos en curiosos detalles. Por ejemplo, para comprobar que en 1905 existía el chamizo que fue el germen de lo que hoy es el histórico Restaurante la Cubana. Por entonces no era más que una humilde estructura toscamente cubierta:
Puente de Alcántara y Castillo de San Servando hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell

En las otras fotografías cabe reseñar la presencia de lo que parece ser un túnel o canalización situada casi en la orilla del río a los pies del puente. Me pregunto qué sería exactamente:
Puente de Alcántara hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell

El otro puente medieval de la ciudad, el de San Martín, también fue fotografiado por Mainou obteniendo preciosas tomas:
Puente de San Martín hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell
Puente de San Martín hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell
Puente de San Martín hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell

De nuevo, es una gozada ampliar ciertos detalles:
Puente de San Martín hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell

Es bonito dejar llevar la imaginación para elucubrar con la posible identidad del misterioso caballero con sombrero y bigote que monta un precioso corcel negro...
Puente de San Martín hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell

Para finalizar, os dejo con una preciosa vista del Alcázar que Mainou obtuvo desde la torre de la Catedral. Una gozada para la vista.
Alcázar visto desde la Catedral hacia 1903. Fotografía de Serafín Mainou © Colección de Juan Modolell

Agradeciendo de nuevo a Juan Modolell su generosidad a la hora de divulgar el legado de su abuelo, y a Juan Fernández por hacer de catalizador, espero que estas preciosas fotografías os hagan disfrutar tanto como a mi.


1 comentario

José María Moreno Santiago dijo...

Aparte del indudable valor documental e histórico, destaco especialmente su calidad técnica. La fotografía del puente de Alcántara es impresionante, seguramente derivada de la resolución de una de sus placas rápidas de 9x12 perfectamente expuesta. Un formato, por cierto, 13 veces más grande que el formato profesional de hoy en día llamado, lamentablemente, "full frame". Muchas gracias, Eduardo, por hacer que estos tesoros vean la luz.

© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall